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Palermo, Buenos Aires, Argentina
Pinto,dibujo,escribo y compro muchas películas.

30 de junio de 2008

sobrio e intelectual

Se sacó los lentes y se recostó.El sueño la invadía y la duda también.¿qué nombre ponerle a la protagonista de sus relatos?.Luego de unos minutos asumió que Lucrecia sería el más indicado, sobrio e intelectual.Las últimas dos semanas las había gastado pensando en que hacer, sus compañías no eran las mismas y en su corazón se añoraban aquellos besos y explicaciones que nunca recibió.Era morocha y de ojos oscuros, su belleza no era exótica pero sabía hacerse notar.
El sonido de la televisión no se escuchaba y luego de cada minutos, las ganas de dormir aumentaban, así mismo, no podía hacerlo.
Era una promesa, un acto inquebrantable-como aquellos recuerdos que nunca compartió-.
Sus fundamentos no eran muy concretos, pero el temor sí.Últimamente no tenía pesadillas, tenía sueños borrosos pero inconfundibles.
La niebla era más y más espesa.
¿Es septiembre recuerdas?
El mes de la locura jamás deseada donde los poetas y sus patéticos imitadores intentan esbozar una sonrisa al indeseado y la oscuridad es casi total.
Cruz era el que hablaba, sus piernas largas(casi interminables para mis ojos)se ocultaban debajo de esos finos pantalones color gris metálico que me hacían recordar a las chapas de esa fabrica donde todo había comenzado y aún sigue en pié.
El era escritor, de esos buenos que casi no quedan y solía decirme la misma frase: evita la estática, nunca comprendí bien si lo decía por mi largísimo pelo lacio y este se volvería rebelde o si tenía algún significado más profundo (era típico en él, todo tenía un doble sentido inentendible para los ajenos a la conversación), mientras tanto, la niebla aumentaba.
Muchas veces esta misma no solo aparecía en mis sueños y día a día se volvía más real.
La idea de que mis sueños y mi vida cotidiana se entrelazara no era de las mejores...no sé, no suelo sentirme cosa cuando todo se mezcla (rescato de mis defectos, el miedo a relacionarme con extraños y quizás eso ocasionó ciertos disturbios en mi ambiente) y no se entiende absolutamente nada, los roles se invierten y yo, no cambio.
Luego de escribir decidió dormirse,los días de escritora recién empezaban y Lucrecia y Cruz merecían un descanso.
Volvió a sacarse los lentes que escribiendo torpemente posó sobre sus cansadísimos ojos y se durmió(pero antes rió, la idea de que su personaje y ella le había anunciado que soñaría con la espesa niebla).

1 comentario:

treboles de cuatro hojas.